domingo, 18 de septiembre de 2011

Entre el suspiro la luna (desvelo de tres conciencias)


Foto: Ollin Koatl

Entre el suspiro la luna…
Encima del canto
Un pragmatismo pagano…
Tras la catarsis evidente
Un extraño sentimiento indescriptible
que sabe a nada,
pero donde pareciera
que todo permanece intacto…
¿cuál es el texto que subyace
En estas tan intensas enseñanzas?

Quizá no es texto sino trama
Pintura, canción y drama…
Río de música y palabra
Nubes en el cielo, texturas o flores de desierto

Apacigua el canto de los pájaros en el cerro mirándose
Silencios trasgredidos por amores o derrotas y victorias en leyendas

Cadencia y esmero la enseñanza

Gorrión de agua oscura exprime su existencia y como gato busca cualquier rincón oceánico para desnudarse entre hojas del cercano otoño
sin siquiera saber quién es en realidad, hasta ver su reflejo en el charco que deja al exprimirse, esto ante los pliegos de la luna…
Y se mira de abajo y se mira de arriba ¿De qué color es el ser que se hace agua?

Reflejo de luna y de lunas, ¡de lunas!
Color aterciopelado indescriptible, entre luz y sombras acrisolado, sosteniendo un canto agudo, que suena a desaliento…
Cambia la sangre, muta en su reflejo, viento entre luces forma otro espejo

Vientre,  vientre, respira reflejos, pobre canto nacido en cuna de lodo
la muerte como arquetipo y el renacimiento constante, desapegos obligados que nos van haciendo, ver en las gotas que forman pequeños mares, esos reflejos, lejos, tan lejos, de vos...

tristeza del desgano y del desvelo pero también hay naves para hacer pequeños los lejos
embarcaciones de sueños que pueden ser tangibles, naves que luego uno olvida como construir....
eso que nunca fue y jamás dejo de ser

¿pero? si este malestar, si este ombligo de lunas y querellas, de suspiros, reflejos y de mis tantas lejanías me pongo a naufragar, respiro de luna, reflejo de luna es lo que tengo al final.

Solo eso, un reflejo pasajero es nuestro rostro, nuestra angustia, la cercanía, pero más aún la lejanía... porque aquello que es eterno a veces se reduce a un instante, una mirada, una caricia que permanece en la memoria....
y navega en la alta mar, de mis lágrimas y de mis intentos de desliz con las sombras que me llevan a ti entre el suspiro de la luna y no consigo el olvido, que podría ser sanar de esta locura de imposibles, de sueños que ya son inconcebibles, pero la luna, los reflejos, las palabras compartidas y los sueños me llevan caudaloso hacia el recuerdo de esa esencia...

navega la noche manto y es memoria, suena el bosque y huele a instantes trasladados con sereno
de esperanzas subyacentes mientras aun haya suspiros,
ahuyenta al animal de lámina que acecha desde el olvido

réplica en la mente de las memorias aquellos últimos tragos del océano que secó mi destino, atado a ti en este navío
ese océano que sabe a lágrimas de ancestros, como antiguos son los encuentros de nuestros espíritus, hasta llegar a este valle entre montañas y la luna suspirando...

el sabor de la acera entre hojas de otoño, tomarse de la mano con algún caminante, escuchar como canta la mar de los silencios y salir a volar de tanto encuentro
 intentar encontrarse ese reflejo, sin romper la magia y sin apego...

 hay nos vemos luna te dejo mis estrellas como plumas
calibrar el espanto y darle mieles, tomar aire, dar los pasos
que en el dar está el uno y su reflejo

nos vemos luna, te dejo este canto que poco me ha auxiliado en desde lejos
te dejo este aullido luna, y que alguna noche lo cante ante tu reflejo acompañado con algo más cálido que un papel y una pluma...

Ollin Koatl
Risckobal Velasco
Alejandra Elizalde

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