domingo, 12 de diciembre de 2010




La selva

verde mar

río salado



Susurra

pálidas notas

agudas fuentes

dulces olas




1 comentario:

  1. Sugiero apertar unas tuercas para que amarre bien el texto. En la primer estrofa no entiendo lo de río salado, pero sí lo anterior: la selva /verde mar Porque es como un mar pero no azulado sino verde. Esa idea de azulado es lo que debe surgir en el tercer verso. Entiendo lo de salado pero no encaja bien en río. ¿Y si cambiaras los términos un poquito? Algo que encaje con salado: ¿aire salado? ¿camino salado? de mar y de lo duro que es para la gente vivir en polvaredas?
    Siguiente verso:
    La selva no susurra, grita. Un día cometeré el error de invitarte a acampar en Palenque, y será un error no por la compañía sino porque verás que es imposible dormir en medio de una selva y ahí verás cómo grita la canija selva. Un bosque de pinos sí, susurra, ulula, pero una selva es un griterío de monos, de gotas de lluvia, pe pericos, todo compite para hacerse oír más fuerte que el vecino, o para espantarse. Está claro: No de pálida notas sino de graves notas, lo demás está muy apropiado.
    Según esto, podrías atuercar el texto así, es sólo un ejemplo, un camino, pero hay mil, la cosa en sí es pulir, ir más allá de todo, a la orilla misma de la selva:
    La selva
    verde mar
    aire salado
    Gita
    graves notas
    agudas fuentes
    dulces olas

    Sospecho que dulces olas habría que atornillarlo más, pero exactamente qué imagen es lo que quieres transmitir? Las olas siempre son un golpe como los descensos de los ríos, chas, chas, chascan, lamen, ¿sacian su sed o su hambre? O también como los monos exigen su lugar en el mundo de sonidos de la selva?
    Ché felicidades por tu palabrar.

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