I
tus palabras
y sentí yo tus brazos
y tu aliento.
Nos movimos.
Bailamos, cadenciosos
amanecimos
mirándonos los ojos
y ayer te fuiste ya
y se me ha quedado
amable tono y luz
de nuestro encuentro.
II
La tarde se nos fue
mirando fotos
la mirada del niño
en cada hoja,
sus palabras.
Y me gustó mirarte
rodeado de rojo
de tejido
y de mis libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario